viernes, 25 de mayo de 2007

Final de la historia de más abajo



…con los ojos vendados me encontraba, solo escuchaba voces y risas y nada más. Todo comenzó cuando el circo llegó a la esquina de mi casa, y con mi papá y hermano fuimos a verlo. Todo parecía normal hasta que uno de los dos payasos me señaló con el dedo para que fuera participante de su rutina. Yo muy nervioso accedí y no entiendo cómo me vi dentro de aquel círculo en el cual nunca había estado, me parecieron horas el estar allí, pero a la vez segundos. Me vendaron los ojos y comenzaron a dar órdenes: salta la cuerda, salta y muévete a la derecha y a la izquierda. Ese corto tiempo es hoy para mí una laguna mental y motivo para la reflexión. Hay muchos momentos en la vida en que estamos cegados por diversas circunstancias y motivos, cerrados a toda posibilidad de caminar libres y sin ataduras.

martes, 22 de mayo de 2007

En un segundo aquí, en otro allá...


Un día cerré los ojos y luego los abrí, y ya no me encontraba en el mismo lugar. Antes de cerrrar los ojos estaba en mi casa y después de cerrarlos y abrirlos ya no estaba allí. Me resulta totalmente insólito esta situación, no recuerdo haber estado en ese lugar antes, ni siquiera una vaga señal. Cuando abrí los ojos vi solamente el mar, el cielo y yo en un bote, que flotaba y sarandeaba serpenteando las olas, yo ahí, sólo y extrañado de tal trasporte. No pensé en nada más que en lapsos de mi vida y me acordé especialmente de un hecho de vida que me sucedió cuando era niño, cuando me vendaron los ojos y no vi nada, sólo escuchaba voces...(continuará....2ª parte y final)

domingo, 20 de mayo de 2007

Mundo


Si tuvieras que elegir un color que represente al mundo,
¿Cuál elegirías?

viernes, 18 de mayo de 2007

Ayer, hoy y siempre

Hoy me levante como todos los días, miré por la ventana de mi pieza y estabas tan presente, como siempre lo has estado. Ayer me levante como todos los días, miré por la ventana de mi pieza y no estabas presente, como nunca lo has estado. Siempre me levanto todos los días, miro por la ventana de mi pieza y mis ojos no distinguen tu figura, debes estar muy débil. Tu presencia de hoy me recuerda aquel encuentro furtivo en la mañana, cuando tu presencia es fundamental. Me acuerdo de María Luisa Bombal, y su libro “La última niebla”, de su protagonista y su ansia de ser amada, de su amante que llega sorpresivamente. Hoy estuviste todo el día presente, no te querías mover ni un pelo, hasta el atardecer, en donde parecías un espejo reflejando las luces de la ciudad. A veces siento que tu presencia es esencial, que es propia y natural de este tiempo, que sin ti algunos momentos perderían toda nostalgia, ya no serían los mismos. Neblina, hoy te vi nuevamente en mi ventana, y me acompañaste durante todo el día, te sentí cerca hoy, ayer y siempre.